Las cosas no suelen salir bien a la primera. Es un hecho. Te pasa a ti y me pasa a mi. Para conseguir nuestros Objetivos debemos perseverar. Insistir.
Lo leemos y escuchamos en todos sitios como un mantra: no es suficiente con dedicarle tiempo, también es necesario esforzarse un día detrás de otro. Debemos salir de la Zona de Confort. Y estoy de acuerdo con eso.
Sin embargo no creo que eso sea lo único que marca la diferencia entre los que conseguimos nuestros Objetivos y los que no. Creo que hace falta abrazar los fallos, los Errores, y disfrutar al cometerlos. Por eso comparto contigo este Video lleno de cagadas 🙂
Los Yankees tienen una frase que define muy bien quienes ganan el juego. The Last Man Standing. El que queda en pie.
Y es que es inevitable caernos de forma casi continuada si pretendemos realizarnos y crecer. No importa si quieres mejorar tus Mezclas, dominar Maschine o pintar maravillosos cuadros. Te caerás durante el camino y la Clave es volver a levantarse. Ser The Last Man Standing.
Ya sé que lo has leido y escuchado infinidad de veces. Tantas que ha perdido su sentido. Cuando te caigas levántate. Que sí, que vale, que me dejes en paz. Ya no te aporta demasiado escucharlo, de forma que ¿cómo puedes conseguirlo?
Abrazando el error. Disfrutando la caída. Compartiendo la cagada.
He conseguido muchos de los sueños que tenía de adolescente y lo mejor no ha sido convertirlos en realidad (que sí, eso ha estado genial). Lo mejor ha sido el reto. He reido, he llorado, me he desesperado, me he creido invencible. Joder ¡menudo viaje!
Justo el tipo de viaje que quería vivir cuando dejé la Universidad con 19 años. Justo lo que soñaba vivir cuando dejé el curso de Técnico de Sonido con 20 años. Justo lo que espero contarle a mis hijos un día.
Quiero dejarte con una Frase que me repito cuando me equivoco, que suele ser cada par de días: a veces se gana, a veces se aprende.
Pero para aprender de las pérdidas debes disfrutarlas. Para levantarte de la caída debes reirla.
Yo me descojono cuando me equivoco.
Hace un par de meses hice los primeros Webinarios de mi vida y decidí grabar un Video para felicitar y dar algunas instrucciones a las personas que se registraban con éxito en ellos. Para que el resultado fuera mejor decidí memorizar el texto y no leerlo mientras miraba a la cámara. Eran pocas frases pero joder ¡no salían ni a la de tres! Para grabar el Video de 35 segundos debí invertir unos 35 minutos (sin contar con el tiempo de preparación previo a sentarme en la silla). Imposible saber la cantidad de veces que me equivoqué. Centenares. Muchas cagadas, muchas caídas para conseguir ese mini-objetivo.
Pero lo conseguí. Descojonándome de ellas. Y he querido compartir contigo una pequeña muestra 🙂
